RESEÑA
#63: UN
MONSTRUO VIENE A VERME
¡Hola
a tod@s!
Bueno,
bueno, bueno. ¡Por fin sábado! ¡Y vaya día hace! No sé cómo
estará el tiempo por vuestra ciudad o pueblo, pero aquí hace un
frío que pela. ¡Llega el invierno después de un montón de meses
de práctica primavera! Pero yo no estoy aquí para mantener con
todas vosotras y todos vosotros una conversación de ascensor, no. Y
es que tenía muchísimas ganas de compartir esta reseña con
vosotros.
Quiero
hacer dos anuncios antes de pasar con la reseña. El primero es que
voy a recuperar la sección de “Eternos pendientes”, siendo el
elegido para lo que queda de febrero y marzo Fangirl, de Rainbow
Rowell. Como sabéis, a todo autor y a toda autora le doy dos
oportunidades para decidir si me gusta o no. La segunda noticia es
que los días de publicación de reseña es posible que pasen a ser
dos, si consigo que mi pequeño plan para el blog salga adelante. En
cualquier caso, prontito lo sabremos.
Y,
ahora sí… ¡Dentro reseña!
Ficha
técnica
Título:
Un
monstruo viene a verme
Autor:
Patrick
Ness
Editorial:
Nube
de tinta
Número
de páginas: 205
ISBN:
9788415594192
Precio:
14,95€
Sinopsis
El
monstruo apareció justo después de la medianoche. Pero no era el
que Conor había estado esperando, el de la pesadilla que ha estado
soñando todas las noches desde que su madre comenzó con el
tratamiento. El de la oscuridad y el viento y el grito… Ese
monstruo del jardín es diferente. Antiguo, salvaje. Y quiere de
Conor algo terrible y peligroso. Quiere la verdad.
Mi
opinión
Conor
tiene la misma pesadilla cada noche. Ese
terrible sueño en el que alguien se le escapa, alguien a
quien no puede seguir sujetando, alguien que resbala y cae al vacío.
Por culpa del monstruo. Ese seer terrorífico
que se ha adueñado de sus sueños.
Su
día a día no es lo que se dice una maravilla: Harry y sus amigos
matones se meten con él a diario – desde que comenzó a
tener la pesadilla –, no tiene amigos y su
madre sufre cáncer, enfermedad que la deja fuera de juego durante
largos períodos de tiempo, enfermedad que, muy a pesar de nuestro
querido protagonista, ese pequeño de trece años, está empeorando.
Madre
e hijo viven en una pequeña casa. Desde la ventana de la cocina
pueden ver un cementerio, con una pequeña iglesia y un tejo
– un árbol que lleva ahí montones de años –.
Cuando,
una noche, la pesadilla empieza a cernirse sobre Conor, escucha como
alguien empieza a llamarlo. Asustado, nuestro protagonista se levanta
de la cama y se acerca a la ventana. Ahí, frente a él, está el
tejo: pero no es sólo un árbol. Es un monstruo. Un
monstruo terrorífico, pero… ¿no es mucho peor el monstruo de su
pesadilla?
Patrick
Ness ha cosechado muy buena crítica con esta novela, ¡y
no me extraña! Debo confesar que no sabía
muy bien a qué tipo de novela me iba a enfrentar, porque,
pese a las excelentes reseñas que había leído, había evitado a
toda costa los spoilers. Lo primero que
quiero destacar es que me ha gustado mucho la humildad del autor al
contar, en una nota inicial, que la idea no es suya, sino de Sioban
Dowd. Han formado un equipo
fantástico. La prosa de Ness es muy evocadora, emotiva y, en
ocasiones, algo dura. Con esto último quiero decir que
hay escenas a lo largo de la novela que destilan dolor – la maldad
de los niños, la maldad del monstruo –. Simplemente exquisita.
Cuando
Conor habla con el monstruo, éste le dice que le comerá vivo.
Nuestro protagonista, sin embargo, no se amedranta. Cree que es un
sueño, pero… ¿por qué,
cuando se despierta, hay hojas de tejo en su habitación?
Y,
ahora, bienvenidos a la Zona
Spoiler
Me
cuesta horrores hablar del libro sin contarlo todo, no sólo porque
sea una novela más bien corta, sino porque me muero de ganas por
compartir montones de sensaciones que, estoy segura, más de una y
uno de vosotras y vosotros compartiríais conmigo. Muy a mi pesar, no
me gusta que me destripen las novelas, así que me contendré.

Conor
empieza a soñar de forma más seguida con el monstruo, ese tejo
gigante que le dice que va a contarle tres historias, pero que será
él quien deberá contar su verdad, la cuarta historia. Su
pesadilla, su mayor temor.
Ness
tiene talento, eso no pienso discutirlo. Un
tejo de sonrisa maligna, un monstruo de mil nombres que echa a andar
porque, dice, Conor lo ha llamado. Una
vez más, quiero resaltar lo bien que está escrito el libro. No
miento cuándo digo que nada es lo que parece y es que, como muy nos
dice el monstruo, toda historia tiene dos perspectivas y nunca nada
es lo que parece. ¿Quién es bueno, quién es malo?
¿Quién posee la verdad absoluta?
Conor
empieza a ser consciente de lo complicada que es la situación cuando
su madre es ingresada en el hospital y su padre viaja desde Estados
Unidos para pasar con él unos días. Para más colmo, nuestro
pequeño debe instalarse en casa de su abuela mientras a su madre se
la somete a montones de terapias diferentes.
El
monstruo cuenta una historia, después otra y, por último, la
tercera. Debo decir que me gustó
la inclusión del monstruo en la realidad, como si fuera el yo
oculto de Conor, esa fuerza
que luchaba por sacar fuera, para que todos lo vieran. Porque sí, él
esta sufriendo, él sabe qué puede pasar. Pero existe. No hay que
tratarlo con delicadeza. Quiere el mismo trato que el resto. Y va a
exigirlo.
Llegados
a este punto, quiero hacer mención especial
a un personaje que me ha gustado mucho. Sé que querréis
tirarme piedras cuando lo diga, pero Harry
fue, para mí, un punto clave en el
despertar de Conor. Ese chico de sonrisa congelada, de mirada altiva
y mano suelta sabe más de lo que parece. Entiende lo que le pasa a
Conor y es por ello que se me quedé
la mandíbula desencajada cuando dijo:
-Adiós,
O'Malley – dijo Harry mirándolo a los ojos –. Ya no te veo.
Olé,
olé, olé. El empujón necesario para que
Conor por fin pierda el control, para que reclame lo que es suyo.
Increíble.
El
final me dolió. Hablo en serio. Me
dolió porque sabía que iba a pasar, igual que lo sabía
Conor,
igual que lo sabía el monstruo. Dos
personajes entrañables que juntos por fin se enfrentan a la verdad
de nuestro pequeño protagonista, un niño que no es egoísta, un
niño que, pese a lo que piensen los demás, lucha con garras y
dientes, porque sabe que sucederá, pero no sabe realmente que es lo
que espera.
Sólo
me queda decir que esta es una de las mejores novelas que he leído
en mucho tiempo. Conseguir, con sólo 205 páginas, destrozarme el
corazón, sin duda, es digno de mencionar.
Con
todo, Un monstruo viene a
verme, es una historia desgarradora, con un
protagonista entrañable y un monstruo que tiene mucho que decir.
Patick Ness nos regala una historia cargada de dolor y verdades.
Pero, sobre todo, historias. Historias salvajes.
Nota:
5/5
Citas
(…)
-Pero,
¿qué es un sueño, Conor O'Malley? – El monstruo bajó la cabeza
hasta la cara de Conor –. ¿Quién dice que no es todo lo demás
lo que es un sueño?
(…)
(…)
Conor
sonrió. Pero aquello no fue un simple regreso a casa. Fue un viaje
sorpresa al cine, en un día de colegio, para ver una película que
Conor ya había visto cuatro veces pero que sabía que su madre no
soportaba. Y sin embargo, allí estaban los dos, viéndola otra vez
hasta el final, riéndose todavía ellos solos, comiendo palomitas y
bebiendo Coca-Cola.
(…)
(…)
-Las
historias son lo más salvaje de todo – tronó la voz del monstruo
–. Las historias persiguen y muerden y cazan.
(…)
(…)
-Las
historias son importantes – dijo el monstruo –. Pueden ser más
importantes que cualquier otra cosa. Si portan la verdad.
(…)
(…)
-Enfádate
todo lo que tengas que enfadarte – dijo ella –. Que nadie te lo
impida. Ni tu abuela, ni tu padre, nadie. Y si tienes que romper
cosas, por Dios, hazlas añicos.
(…)
(…)
-Tu
vida no la escribes con palabras – dijo el monstruo –. La
escribes con acciones. Lo que piensas no es importante. Lo único
importante es lo que haces.
(...)